Cuando el público produce, el arte del ‘crowdfunding’.

El famoso inventor y escritor futurista, Ray Kurzweill, nos habló en el siglo pasado del crecimiento exponencial de la tecnología.  El también creador de los famosos pianos Kurzweill, quizás nos dejó un rastro para estudiar desde otras perspectivas, el crecimiento exponencial en la era moderna, más allá de la evolución de las máquinas.  La industria creativa musical también crece a pasos gigantes.  En los últimos cuarenta años hemos visto muchos ciclos de expresión musical, desde los estudios de grabación, la guerra de los formatos análogos y digitales, hasta los medios de compartir la música; en fin, la forma de visualizar la identidad creativa de un artista cambia cada vez más rápido.

Hace treinta años era casi imposible visualizar un disco sin el apoyo de una casa disquera, los costos de grabación eran altísimos, la publicidad y la distribución existían solo al alcance de la elite musical.  Sin embargo, todo ha cambiado, entrar a un estudio de grabación puede estar a pasos de tu cama, caminando a la computadora que está sobre el escritorio; o pasos de tu casa donde un ingeniero de sonido construye un estudio a los más altos niveles de la industria con una ínfima parte de lo que costaba hacerlo en los ochenta.  La forma de hacer correr la música ya no depende del soborno a un programador de radio y el costo de una producción de un disco no tiene que salir de tu bolsillo.

Pisando fuerte sobre las nuevas tendencias de la industria creativa, muchos artistas apuestan al ‘crowfunding’ para hacer posibles sus producciones musicales.  Primero, llaman a sus fans, amigos, familiares y allegados.  Segundo, establecen un plan de ofrecimientos y recompensas por distintas cantidades de dinero y tercero, riegan la voz, más allá de la gente que los conoce, publicidad en moviendo, música creándose.

Desde antes del éxito de Amanda Palmer, intérprete estadounidense que recaudó sobre un millón de dólares utilizando el ‘crowdfunding’, siempre me cautivó esta idea.  No por el mero hecho de hacer dinero fácil como dicen algunos, sino por el importante cambio que representa dentro del eslabón de la industria.  El artista, no pasa el sombrero, más bien hace partícipe al público en general de su procedimiento creativo y administrativo.  En las manos de los fans está la posibilidad de convertirse en productor de su artista favorito, de decirle que se encamine al estudio de grabación y haga lo que mejor sabe hacer: música.

Este es el caso de Eduardo Alegría y su proyecto ‘Alegría Rampante’. El artista santurcino decidió apostar a este sistema para terminar la producción de su más reciente invento musical.  Uno de los proyectos de actualidad más importantes de la escena boricua, los rampantes han cautivado domingo tras domingo la tarima de La Respuesta, con canciones que navegan desde un folk caribeño urbanamente poético, hasta un oscuro pop apoyado por los bailes y exclusivos atuendos de Eduardo.

Más allá del impacto de su presentación, ya es momento que se registren las creaciones de este proyecto único, que está concebido, según nos cuenta la banda en su página informativa, como “novela corta donde las canciones narran fragmentos de una sociedad inmersa en transformaciones económicas, éticas y hasta de visión de género: una sociedad tocando fondo a la cual no le ha quedado más remedio que cambiar.”

El grupo decidió como plataforma de lanzamiento para su proyecto de ‘crowdfunding’ la compañía INDIEGOGO, quienes se han destacado por respaldar muchos trabajos de envergadura musical.  La buena noticia, es que aún faltando unas cuatro semanas para concluir la meta de $12,000, la campaña de recaudo ya ha recibido el apoyo de más de cien contribuyentes para la una cifra recaudada de $8,000. Sin lugar a dudas, este proyecto va encaminado a ser un éxito de recaudo y el disco verá la luz gracias al apoyo de los fans y la creatividad sin freno de Alegría Rampante.

Visite la página informativa del invento rampante, que contiene un video informativo del recaudo, la banda, los inicios y la naturaleza del proyecto; apoye esta iniciativa cultural musical y ayude al desarrollo de un escena musical diversa y creativa.  Un espacio necesario para otro excelente trabajo cultural musical Diseñado en Puerto Rico.


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