La siguiente pregunta rodea los ámbitos musicales en la isla desde que tengo memoria, ¿Se puede vivir de la música en Puerto Rico? Un acertijo lleno de conflictos y laberintos para el músico moderno. Esta duda, adquiere otro peso cuando vemos la polémica desde otro punto de vista y se formula una nueva interrogante: ¿Se puede vivir de la música en Puerto Rico con una proyecto de música original?
Hace varios días un músico de la escena en la isla, Fernando Castro de Los Niños Estelares, publicó un status en Facebook que leía: “Si Superaquello no pudo, ninguno de ustedes podrá”. En forma jocosa y desafiante para sus amigos en la red social, se formó una conversación interesante sobre la posibilidad utópica de tener bandas de material original en la Isla que vivan de la música como su única fuente de ingreso y presenta sobre el tapete virtual el ejemplo de una las bandas más queridas de la escena en los pasados años.
Superaquello, fue un proyecto exitoso desde el punto de vista creativo musical y gozó de gran popularidad en la escena independiente de la isla. Ese intercambio de ideas en la página de Facebook de Fernando, me llevo a una reunión con el cantante y compositor de Los Niños Estelares, para hablar más en directo de sus ideas y concepciones de la escena musical en la Isla.
Fernando, con su proyecto de Los Niños Estelares, se ha destacado presentando canciones fuera de la norma musical establecida. Textos llenos de colorido cultural puertorriqueño y universal. Temas que viajan desde el recuerdo colectivo boricua hasta temas oscuros de conspiraciones de impacto mundial. Incluso las hazañas de algún héroe del deporte nacional tienen espacio en su repertorio.
Una obra única en la escena, con una dosis necesaria de sarcasmo, le da una bofetada en la cara al discurso nacional de la música boricua. La banda estrenó su último disco, “Entre ruinas”, el año pasado y puedes descargar de forma gratuita toda su discografía en el siguiente enlace: descarga.
Actualmente, Fernando se concentra en cosechar su obra como escritor de textos, no necesariamente unidos a la música, y entre las presentaciones de la banda. Además presenta segmentos de comedia en un canal de YouTube con personajes de su creación para el proyecto: La Avanzada Y.
A continuación, conversamos con Fernando sobre la escena, el público y las eventualidades musicales de la Isla.
SPR: ¿Como surge el comentario de Superaquello?
Fernando: Una conversación que tuve con una persona cercana a mi. Surge porque hablamos de esta banda (Superaquello) que tenía un producto auténtico, genuinamente bueno y una propuesta interesante. Una banda que estuvo años tratando y no pudo. Si una banda con todo esto a su favor no lo logró, ninguno no va a poder. La realidad es que el mercado ya no existe como antes. La estética artística se ha perdido. Tenemos un país sin una economía formal, con un mundo del espectáculo que se pierde entre el dominio mediático de unos pocos.
SPR: Si existiera una ‘banda’ exitosa’ en Puerto Rico, ¿cuáles serían las condiciones para que sucediera?
Fernando: No la veo. Para ser una banda exitosa en Puerto Rico, debería salir de la isla. Bueno, me equivoco. Si existe y se llama la escena cristiana. Ellos tienen su propio mundo, creen en el respaldo, es un núcleo que se ayuda a si mismo, tienes los ‘venues’ que son las iglesias y el mercado asegurado que son los feligreses. Más allá de eso, no veo nada.
SPR: Dentro del desarrollo de la escena en la isla si hablamos del público. ¿Que hábitos tiene el público boricua que hacen difícil el trabajo del músico?
Fernando: Es complicado. Porque yo no veo los fans como un obstáculo. Siempre que tu hagas lo que haces bien y de calidad van a llegar personas para escuchar. En términos, de lo que es impedimento, no creo que el problema es el publico, cuando nosotros (Los Niños Estelares) hacemos los shows la gente llega. Lo que si veo malo es el fetiche por lo nuevo. La gente siempre está buscando lo “nuevo” en la escena. Tenemos esta insatisfacción por tener lo reciente y eso se manifiesta en la música.
SPR: Tu experiencia con los lugares donde presentarse , ¿cómo ha sido?
Fernando: Ha sido bien variada. Cuando nosotros nos presentamos nos gusta tener el control total de la situación. Mi frustración más grande con los ‘venues’ es la falta de cultura de escuchar música sin ‘hangueo’ y también el miedo innecesario que muchos artistas tienes con la asistencia y la falta de puntualidad; “vamos a esperar que la gente llegue” o el “cógete un break pa’ que la gente consuma”, ese tipo de actitudes no son las correctas creo yo. Yo siempre trato de empezar puntual. El show debe empezar a la hora establecida. Me gusta aportar para crear un buen hábito en el público que va a ver tus shows.
SPR: ¿Acaso Puerto Rico no es un lugar muy pequeño para las ambiciones que tenemos en la industria musical isleña?
Fernando: No es cuestión de tamaño, el país es y no es un país. Es la contradicción de lo que es Puerto Rico. Si no tenemos los medios, no podemos pretender de que las cosas pasen. Si tu tienes la radio y la televisión controlada por el dinero, solo pueden entrar los que tienen el dinero. En fin, ese es el aspecto material. También existe el “uno nos es profeta es tu propia tierra”. Hay que salir para triunfar, es parte de la cultura y de la tradición isleña de lo que significa ‘salir de aquí’ y triunfar fuera de Puerto Rico. Al regresar la gente te mira de otra forma.