El sábado 11 de octubre, la Banda Acústica Rodante hizo vibrar el 6to. Festival de la Loma del Tamarindo en el Barrio Elena de Comerío. Una noche fresca, bajo las estrellas, ventilados por una leve brisa, rodeados de gente vibrante de energía positiva y genuina, sirvió de marco para una noche llena de música, de entrega y pasión que este grupo de músicos supo brindar tanto a los locales de ese barrio en las montañas de nuestra Isla, así como visitantes de pueblos cercanos que hasta ese lugar llegaron.
Luego de una cálida presentación y de un intenso aplauso de parte del público, las guitarras de Nore Feliciano, Mikie Rivera, Walter Morciglio y Tito Auger con el toque ronco y vibrante del bajo de Rucco Gandía, comenzaron a vibrar entre aquella naturaleza y en las almas de los allí presentes. Con rostros de complacencia de estos músicos ante caloroso recibimiento del público, llevaron al mismo en un viaje de emociones y sensaciones. El espectáculo musical contó con canciones originales de cada cantautor que interpretaron en conjunto y con arreglos originales, así como homenajes a Tony Croatto y Antonio Cabán Vale “El Topo”.
Una anécdota curiosa de la noche fue que mientras Mikie Rivera interpretaba una de las canciones de Tony Croatto, falló el sistema eléctrico; Ahí todos los músicos se miraron como pensando “qué hacemos”, pero el público les dio la respuesta cantando a coro la canción que se interpretaba cuando se fue la luz y que fue acompañada musicalmente y sumamente acústico por esta banda de excelentes músicos creando una sensación como de una parranda del barrio. Este curioso incidente robó uno de los aplausos más profundos de la noche y cada músico se notaba sorprendido y emocionado por el calor y entrega de esa hermosa gente del Barrio Elena de Comerío.
Luego de una hora de puras emociones, la Banda Rodante Acústica se despidió no sin antes complacer al público con otra canción. Al bajar de la tarima cada músico, un pueblo satisfecho y agradecido los esperaba para felicitarlos y agradecerles no sólo la entregada de cada uno de ellos esa noche, sino su trayectoria musical llena de pasión y sacrificios. Brillaron las luches de los flash de las cámaras. Brillaron las sonrisas de gente teniendo contacto físico con grandes artistas que admiran y que en su humildad se daban a ellos. Brilló un pueblo unido por la música, por la Banda Rodante Acústica, entre aquellas luches del parque y las estrellas de Sector La Loma del Tamarindo del Barrio Elena de Comerío.
Fotos por Yarelys Rivera Rodríguez