Lizbeth Román, en los pasados años, ha hecho su propio camino en la escena independiente boricua. Una nueva voz en la generación del folk femenino puertorriqueño, que sigue la batalla musical del día a día en una espacio difícil y lleno de retos.

Nuestro colaborador, Angel Matos, se sentó a dialogar con Lizbeth sobre su historia, sus influencias y los nuevos retos.

SPR: ¿Quién es Lizbeth Román?

Lizbeth: Yo, espero… Pero también un puente, una calle, una duende luminosa, una cantadora, una mujer creativa, caribeña, tropical, puertorriqueña, infinita, musical y teatral.

SPR: ¿Cómo llegas a la música? ¿Tienes familia de músicos? ¿Desde cuándo lo haces?

Lizbeth: Eso es misterioso, no lo tengo muy claro. Creo que lo traje secretamente codificado en las entrañas desde que no me acuerdo. No vengo de familia de músicos, yo apenas me voy convirtiendo en uno de poco en poco, pero tengo algunas pistas. Siempre estuve enamorada de la palabra, estuve un tiempo corto en clases de guitarra a los 12 años. Jugaba a ser cantante y a tener una banda de peluches en la marquesina de casa. Junté la palabra con los ruidos que me salían de la guitarra con los ruidos que me salían de la garganta…quizás así llegué a este camino, puede ser. O porque a los 7 años quería ser astronauta o cantante… entonces no me salió lo de astronauta.

SPR: ¿Recuerdas tu primera canción? ¿Cuál fue?

Lizbeth: Mi primer simulacro de canción fue en primer o en segundo grado, una cosa así, lo sé porque descubrí la tarjetita de colores sobre la cual la había escrito años después en una libreta vieja que mami había guardado. Hablaba de que ‘me gustaban los columpios y eran lindos’, creo se repetía esa frase durante toda la tarjetita. Quizás mi canción más comercial hasta ahora.

Ya luego recuerdo una a los 10 años que ‘corié’ con mi prima y una pista de un teclado de juguete. Esa se llamaba “Loca por ti”. Ya luego hubo una a los 12 que se llamaba “Niña de oro”, esa hablaba de andar con los pies en la tierra y cosas así. Una super ternura muy trillada. Luego recuerdo otra que se llamaba “Solita en la ciudad”  esa ya estaba mejorcita.

SPR: ¿Cómo es tu proceso creativo?

Lizbeth: Es muy diverso, yo lo disfruto mucho. A veces paso semanas pensando en lo mismo. El proceso creativo, ese parto mental, imaginario, puede ser tan divertido como tan hermosamente abrumador. Depende mucho de lo que esté trabajando; una canción, una pieza teatral, cuentos, alguna idea sobre la ruta del proyecto musical, etc.

A veces le bebo whiskey o cerveza o vodka, a veces no bebo ‘ningún artefacto hidratante’ bautizado y me encierro. A veces me monto en el carro y llego a algún lugar, otras veces me voy a caminar la ciudad y me pierdo por horas. Otras veces escucho una frase o una conversación por accidente. Me topo con una foto, una película, una pieza, una canción… me da un olor familiar, recuerdo, las memorias me habitan, me conmuevo por una cosa u otra, nostalgia, pienso en la humanidad o en una lata vacía, me da coraje, identifico la baba de la injusticia de los chicles viejos pegados en el pavimento, no sé, todo eso, o nada. Los detonantes creativos son una bala que te cruza y ya estás en medio del proceso.

 

SPR: Tu música es una fusión de muchos ritmos. ¿Qué música te influye?

Lizbeth: En la música que hago se mezclan muchos ritmos. Es una onda muy caribeña. Viaja por lo bohemio, el folk, lo tropical, lo urbano, carga atisbos de rumba flamenca, reggae, bossa, etc. Realmente es un sancocho.

SPR: Mencióname tres cantautores fundamentales para ti y por qué cada uno.

Lizbeth: Se me hace difícil, pero voy  mencionar tres nombres de poetas musicales que admiro y visito en sus canciones.

Rita Indiana. Aunque ya se alejó de los escenarios dejó pura genialidad a nivel musical. Me mueve mucho, me fascina como juega con la palabra, como sus canciones fusionan ritmos dominicanos , caribeños con lo electrónico. El performance, lo queer, la teatralidad, la temática que toca…me encanta. Actualmente sigo su obra literaria que aún continúa.

Silvio Rodríguez. Ese poeta legendario e infinito. Sylvia Rexach. Puertorriqueña. Sus boleros, la poesía de sus canciones, ese dolor, ella.

SPR: ¿Cómo ves la escena musical en Puerto Rico? ¿Qué tal el movimiento de las cantautoras?

Lizbeth: La escena musical en Puerto Rico es una muy rica y variada, siempre ha sido así. El puertorriqueño es muy musical. Hay infinitos proyectos, múltiples estilos, de todos los colores para todos los gustos. Es evidente que también carga complejidades en sus dinámicas, como todo. Es tan maravillosa, como tan densa, es linda, difícil. Si bien es cierto que a la  escena comercial le hace falta abrazar y apoyar mucho más los talentos locales e independientes, también a la escena independiente le hace falta cortarle cabeza a las dinámicas elitistas. Hay que tener cuidado con confundir el criterio justo con amiguismo o moda. Aun así hay distintas iniciativas que andan surgiendo que pretenden juntarnos como comunidad. Igual cada cual debe aportar su grano de arena y su buena onda.

En la escena musical puertorriqueña hay una cepa de artistas talentosísimos, fogosos, ingeniosos, fajones y guerrilleros. A pesar de los abrazos con los codos somos una hermosa y gran comunidad.

Lo mismo con el talento femenino. El movimiento actual de las cantautoras del que me preguntas por ejemplo, está en constante crecimiento y transformación. Puerto Rico es una masa de música impresionante.

 

SPR: Me mencionaste el otro día que vas tirarte una misión de hacer una gira/misión en la cual quieres cantar en los 78 pueblos de Puerto Rico y quisiera que hablemos de eso ¿Cómo surgió esta iniciativa?

¿Tienes visualizado algún tipo de lugar en particular en el cual te gustaría presentarte en los diferentes pueblos? ¿Qué puede esperar el público de estos conciertos?

Uno de los grandes retos es primero crear un calendario y segundo encontrar los contactos para buscar un lugar en cada pueblo. Te pregunto: ¿Cómo la gente puede ayudarte con esta inciativa?

Lizbeth: ¡La vuelta insular! Esto es una especie de gira nacional independiente. Lo más particular de esta vuelta es que visitaré los 78 municipios de Puerto Rico en un tiempo determinado y me presentaré en distintos espacios, barra-pubs, plazas, faros, calles, etc. Una locura. Me parece hermoso el viaje por el cuerpo-isla puertorriqueño en medio de la crisis. Re-visitarme y re-conocerme a mí mientras re –visito, re-conozco, re- miro el espacio caribeño que habito y me habita.

El público que presencie los conciertos disfrutará de mi repertorio musical original y de lo hermoso de la simplicidad. Muchas veces serán conciertos bohemios en los cuales me entregaré a garganta y guitarra. En otros contaré con músicos invitados. Creo que el público lo va a disfrutar mucho y yo también.

Quién tenga sugerencias de espacios, alternativas, quiera apoyarme, esté interesado en el concierto, en contrataciones, etc. me puede escribir a – lavueltainsular@gmail.com- . Voy agradecer mucho que me escriban. También es importante hacer hincapié en que la gira se está autosubvencionando así misma y no olvidar que la música no es mi ‘hobbie’, es mi oficio, mi profesión y vivo de esto, a veces parece quedar en el olvido que el artista hace grandes inversiones no solo en su preparación, también en equipo, también en el proyecto en sí, etc. Apoyemos el arte.

Escríbeme al correo, va a ser una gran aventura, un viaje muy interesante.

La gira comienza el viernes 11 de marzo en el oeste. Voy a estar en La Tertulia en Mayagüez a las 9:00 pm. De ahí sigo la ruta hasta que el cuerpo aguante. Voy a estar compartiendo los detalles al paso, me pueden seguir por instagram y twitter – @lizromanv – y en facebook y youtube –Lizbeth Román- . Sígueme pa que no te cuenten y quedar comunicados.


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