Grande, el Sabina.

Recibido con un aplauso inmenso, el cantautor español Joaquín Sabina es bienvenido por su público en San Juan y da comienzo al espectáculo que lo trae de vuelta a la Isla luego de seis años de años de ausencia. La selección musical comenzó con el tema “Cuando era más jóven”, seguida de los acordes de “Lo niego todo”, tema que da título a su nueva producción discográfica.

Con un ‘queridos boricuas’, el flaco de Úbeda comenzó su primer intercambio de palabras con la audiencia y siguió con un discurso de apoyo por los eventos del huracán María.  Entre aplausos y emociones Joaquín no cerró el tema sin dejar caer su ‘agüita’ sobre el Presidente Trump, a quién de manera jocosa y desafiante le cuestionó sobre su falta de compromiso ante sus promesas.

Temas del nuevo disco siguieron el paso de la velada musical entre ellas, “Lágrimas de mármol”, “No tan deprisa” y “Sin pena ni gloria”. El primer tema de la noche fuera del repertorio del nuevo trabajo fue “Dónde habita el olvido”, canción muy recibida por el público y parte del disco ’19 días y 500 noches’.

Luego de esta primera parte, Sabina se tomó su tiempo para introducir a los miembros de la banda con pequeñas presentaciones detalladas de cada uno. Dejó para últimos, destacando con cariño y respeto, la importante labor de Pancho Varona y Antonio García de Diego, compañeros de muchas batallas musicales que ya suman más de tres décadas tocando junto a Joaquín.

Tras esta pausa le dejó la tarima a su corista principal,  Mara Barros que entonó el tema “Hace tiempo que no”, de su propio disco de solista; canción de Joaquín y dedicada a Gabriel García Márquez.  Mara a su vez, le pasó el micrófono principal a Pancho Varona que se aprestó a cantar “El pirata cojo”.

Sabina regresa a tarima para comenzar un viaje musical sobre su trayectoria entonando canciones como “La magdalena”, “Por el boulevar”, “Y sin embargo’, entre otras.  Luego cantó muy emotivamente la canción “Peces de ciudad”, tema que una vez fuera la primera canción que Joaquín interpretó en suelo boricua, pues era parte del disco ‘Dímelo en la Calle’ que presentó en el 2002 en el Centro de Bellas Artes de San Juan.

Cerca de concluir la velada entonó el ya aclamado “19 días y 500 noches”, para luego cerrar con “Noches de boda”, “Nos dieron las 10” y “Princesa”. Tras una falsa salida y acompañado de Antonio en la guitarra y voz, nos cantó “Tan joven y tan viejo”, para luego concluir con “Contigo” y “Pastillas para no soñar”.

Sabina no deja de ser grande.  Luego de tantas décadas y discos tan logrados, el flaco sigue conectado con nuevas generaciones y otros públicos que lo pasaron por alto en el pasado.  Siempre balanceando su facetas de rockero y cantautor, reflexionó mucho durante la noche sobre sus tiempos de formación en Madrid y nos regaló algunos cuentos de la Mandrágora. Un espectáculo que no se debe pasar por alto, el Sabina se reafirma como el mejor letrista del rock y el más desafiante de los cantautores.

Fotos por Angel Matos y Ivvor Rocha.